quarta-feira, 24 de agosto de 2011

229 - EL PALACIO Y LA FRONTERA


Por rústico soldado yo ser
De la frontera provinciana
Con desdén tú me ves
Noble dama palaciana

Pues mira que a ti yo también miro
Y sin yo dejar mi centinela
Desde aquí aun te digo

Que solo sobrevive tu fineza
A costa de mi rudeza
Cavalcante – 24 / VIII / 2011

sexta-feira, 19 de agosto de 2011

228 - EL SEÑOR DEL DESTINO


Hoy recibí un mensaje de una amiga que me hizo reflexionar profundamente. Ella me envió un “texto de auto-ayuda”, en el cual transmitía la idea clásica de que “cuando una puerta se cierra, otra puede estar se abriendo, ésta trayendo hasta más beneficios para nuestras vidas que aquélla que se cerró, y nosotros no darnos cuenta por causa de estar ocupados en lamentar los beneficios perdidos con el cierra de la primera puerta”…
Esa situación sugerida por el mensaje de mi amiga, la comparé con las “bases” de mi propia vida… Cuando yo era niño y a la edad de 8 años, empezó mi educación religiosa y ésta trajo a mi vida el mayor tormento que se puede imaginar: Entró en mi vida un confesor “chiflado” por los años de la reclusión en una celda de su convento, que implantó en mi cabeza la idea de que yo estaba sumariamente condenado a sufrir los tormentos del Infierno por toda la Eternidad y sin opción de escapar a ese mi trágico destino (http://angelnavaridas.zep.net – Hilos Invisibles, cap. 22 e 23 –Archivos 08/04/2007 a 14/04/2007 –En español y Archivo 25/02/2007 a 03/03/2007 – En portugués)…
No sé decir como conseguí resistir a la presión a que fue sometida mi cabeza infantil sin quedar “chiflado” al igual que mi confesor… ¡Pero el caso es que resistí! (a pesar de que me parece a veces que no soy “totalmente normal”)... Hoy en día pienso que el Señor del Destino es quien seguramente estaba por detrás de todo, dándome fuerzas, para haber aguantado tanto con tan poca edad… De la Fragua de la Vida, Él es el Herrero Principal, y era Él quien debería estar con el control total de la situación, para proporcionar la forma y consistencia final a mi psiquismo, lo que Él sabía que necesitaría para yo desempeñar en éste mundo la “misión” que Él esperaba de mi…
Años después, ya en mi adolescencia, y en relación a mi cuerpo, éste todavía en formación también, ocurrió situación parecida a la relatada sobre mi psiquismo: Muy joven tuve que enfrentar trabajos pesados para poder sobrevivir, y antes de hacer 14 años entré a trabajar en una fundición, en la cual los trabajos superpesados me colocaban diariamente en los límites de mi resistencia física… (Cap. 27 de éste blog, Camino de Espinos)… Igualmente, Aquél Mayor, debe haber estado por detrás de un "ogro" investido del papel de encargado de la distribución de los trabajos de la fundición,el cual parecía que se complacía en colocar sobre mis espaldas pesos superiores a los que parecía que podría aguantar, de forma que Él, el Mayor, me daba fuerzas para resistir sin acabar reventado…
Y ahora yo me pregunto: ¿Quién yo sería si todo hubiese sido más fácil en mi infancia y juventud?... Tal vez yo habría sido algún tipo de “hombre bomba”, muerto de forma trágica y violenta y convicto de que estaba muriendo por el “bien de la Humanidad”, siendo ese “bien” la extinción de cualquier idea defendida por grupos religiosos diferentes al propio…
El Señor del Destino, está más allá de cualquier idea que cualquier hombre o grupo religioso o político puede hacer sobre Él…
Entonces, solo me cabe decir… ¡Nada sé, nada soy; solo Tú eres y sabes, mi Señor del Destino!...
Cavalcante – 19 / VIII / 2011.