segunda-feira, 16 de maio de 2011

219 - UNA GUITARRA EN EL CAOS


Por allí en Japón, donde viven mis hijos, todos ellos sobrevivieron al Tsunami… Aún así, para reconstruir todo lo que el desastre arruinó, será una tarea ardua… ¡Llegaron los tiempos de las “vacas flacas” para ellos!… Mis hijos ya vivieron la época de las “vacas gordas” (relativamente “gordas”, pues el emigrante por allí solo hace los peores trabajos que el nativo no quiere hacer: Servicios “K. K. K.” Kitsui, kiken, kitanai, o traducido, peligroso, pesado, sucio; pero por lo menos, con la buena distribución de renta que tiene la estructura económica del país, esos trabajos son bien recompensados por allí, todo lo contrario de aquí, en Brasil, campeón mundial de las desigualdades, donde esos trabajos son ejecutados por “neo-esclavos” bajo influencia de “modernos formatos de látigos” inventados por los “neo-esclavocratas” que comandan los destinos del país)… ¡Ahora llegó la hora de mis hijos “apretar el cinto un poco más” y juntarse a los nativos que sobraron para reconstruir todo que el terremoto y el maremoto destruyeron por allí!... Ellos son fuertes, física y psicológicamente, y resistirán bien al contratiempo; nada más a temer… Altibajos de la vida… Como nos enseñan los Maestros, “obstáculos” en el Camino, son oportunidades para superar nuestras “limitaciones” y crecer en carácter, aproximándonos más del Creador a través de la Dimensión Espiritual…

Hoy asistí también, a través de reportaje de la TV – Globo, los comentarios de los presentadores de esa emisora refiriéndose a la calma y naturalidad con que los sobrevivientes se portaban en las áreas arrasadas por el Tsunami, en contraste con lo que suelen registrar las mismas cámaras por aquí en Brasil en situaciones semejantes y hasta menores en el “tamaño” del drama vivido, cuando las escenas registradas son de desesperación y descontrol emocional de los afectados… Yo ya había notado esa “diferencia de comportamiento” en los tiempos que vivía por allí, cuando ocurrió el terremoto de Kobe, en 1995, del cual se salvaron por muy poco dos hijos míos también: ¡Junté aquellas observaciones con mis “vivencias de minero” de los tiempos que trabajaba en Potasas de Navarra, y publiqué mis conclusiones en uno de mis blogs: http://angelnavaridas.zip.net Archivo 20/01/2008 a 26/01/2008 cap. 6.

Un detalle en especial me llamó la atención entre lo que fue mostrado en el citado reportaje: Entre la gente que vagueaba por los escombros de la ciudad de Sendai (la ciudad más afectada por el tsunami) aparecía un señor de media edad y buen aspecto, pasando delante de la cámara, muy tranquilo y hasta esbozando una sonrisa, con una guitarra al hombro y un paquete de plástico en la mano (éste probablemente conteniendo sus “provisiones” del día) que me hizo recordar la “recomendación” bíblica que dice: No os preocupéis con el mañana, lo que habéis de comer, lo que habéis de beber. El Padre del Cielo conoce vuestras necesidades y Él providenciará para satisfacerlas…
Estuve pensando que ese personaje podría ser un “sobreviviente” de la catástrofe de Babel, cuando el Hombre quería construir una torre que lo igualaría a Dios, y que decepcionado con los infructíferos resultados que obtuvo, llegó a la conclusión de que era mejor quedarse tocando la guitarra en vez de “matarse” para construir torres que lo llevasen a alcanzar el Cielo…
Pensé también, que él podrá aparecer de nuevo cuando la Nueva Babel en que nuestra Civilización se transformó en su pretensión de “construir el Paraíso en la Tierra”, quede reducida a ruinas como aquéllas que eran registradas en Sendai por las cámaras de TV… Probablemente él vagueará entre aquéllas ruinas cantando “cosas locas” del tipo: El Reino de los Cielos está dentro de nosotros, y a descubrirlo deberíamos dedicar cada minuto de nuestras vidas…
Cavalcante 14 / III / 2011.

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