Hace algunos días atrás, hubo un escándalo en la Formula Uno… Barrichello, dirigiendo una Ferrari, fue del inicio al fin de la carrera en primer lugar, y 10 m antes de la llegada dejó se ultrapasar por su compañero de equipo Schumaker, obedeciendo órdenes de la dirección del equipo.
Por lo que he observado, el “polvo” levantado por el escándalo no está dejando ver de forma clara a nadie sobre la verdad por detrás de los hechos. En ese deporte, como en otros deportes y hasta fuera del campo deportivo, en las organizaciones humanas en general, existen los intereses creados por los grupos (empresariales, políticos, religiosos, económicos, geográficos, nacionalistas, o de mera “identidad grupal”) que a veces reciben las presiones externas del Universo, este en continua transformación / Evolución: el “grupo” defiende sus “intereses creados” (y hasta la sobrevivencia como “grupo”) ocultando la realidad de los hechos, con eso intentando perpetuar su permanencia y estabilidad como tal “grupo” (en realidad “haciendo de cuenta” que el Universo gira a su alrededor y para propio beneficio)…
Tres vueltas antes del fin de la carrera, Barrichello recibió órdenes para dejar pasar a su compañero de equipo, pero él por su cuenta solo lo dejó pasar encima de la línea de llegada y cuando paró el coche anunció abiertamente que hubo aquella orden que hería las reglas de la deportividad… Lo que todos sabían sin reconocer oficialmente, que existen los “intereses de grupo”, ahora quedó evidente: ¡que en el campo de los deportes profesionales los resultados pueden ser manipulados de acuerdo con los intereses de los empresarios que financian tales deportes y en detrimento de la pureza de los deportes de competición!...
Barrichello apenas “levantó la liebre” que todos sabían que existía sin reconocerlo abiertamente…
El año pasado, en una reunión de la Comisión de Árbitros de Brasil, el Presidente de la entidad, sin saber que estaba siendo filmado con una cámara escondida, reconocía que es válido el árbitro interferir en el resultado del partido, si eso fuer del interés de la entidad que administra el fútbol en el país (Entidad esa, de la cual la Comisión de Árbitros es el “brazo armado con silbo”).
Y en la Copa del Mundo de Futbol de1998, ya fue levantada también la posibilidad de haber existido manipulación en el resultado del juego final del Campeonato, a petición del patrocinador del mismo, que era francés así como el país sede del campeonato… La “operación fraudulenta”, si la hubo, fue por vías diferentes a las usuales, y que presenta una cierta originalidad en lo que se refiere al “modus operandi”: pocas horas antes del juego final, entre Francia y Brasil, el mejor jugador del mundo del momento, Ronaldo, del equipo brasileño, tuvo un desmayo del cual nunca se supieron las causas originales… El resultado todos lo saben: Ronaldo salió del hospital “sonámbulo” y así llego al Estadio, cuando su equipo, desequilibrado emocionalmente, y con un substituto de Ronaldo, estaba para entrar en el campo. Ni Ronaldo ni su equipo, reunían las condiciones físicas y psicológicas adecuadas para enfrentar el juego, y acabaron siendo derrotados por los franceses con facilidad. ¡Olor de “cosa podrida” se esparció por París en aquél día, esos hace cuatro años atrás!…
Los escándalos en el mundo deportivo tienen un paralelo en la “administración pública” de los países, especialmente por aquí en Brasil: Se ponen “paños calientes” sobre las contusiones y heridas para amenizar los dolores, pero los “cánceres” por “debajo de los paños” continúan pudriendo la sociedad…
La destitución del Presidente Collor, fue un “paño caliente” más, para ocultar el “cáncer” que pudre la “comunidad Brasil”… Pero ese “cáncer” es mucho más profundo que lo que se imagina: él está dentro de cada uno de nosotros, habitantes de Brasil y del mundo: ¡Es el “cáncer” del "antropocentrismo", que nos acomete y del cual somos víctimas!... ¡Los “defectos” de nuestras sociedades, son apenas reflejo del “defecto” presente en cada individuo de nuestra especie!...
¡Son las falsedades del “hombre viejo” y las sociedades por él creadas!...
¿Cuando llegará el día en que podremos decir junto con Paulo de Tarso: No soy yo que vivo, mas Cristo es quien vive en mí?... O traduciendo la frase en términos actuales y evolucionistas: ¿Cuándo llegará el día en que sentiremos la inefable sensación de realización en Comunión con el Mayor, que nos haga exclamar del fondo del pecho No soy yo quien vivo, mas el Principio Consciente de la Gran Vida Universal es quien vive en mí?...
Cavalcante – 21 / V / 2002.
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