En el Juego de Ajedrez de la Vida, nosotros seres humanos no tenemos la visión total del juego: ¡Alguien mucho mayor que nosotros es que la tiene!...
A veces piezas que nos parecen inútiles, lo son apenas a nuestros ojos deficientes y seguramente que no lo son a los ojos de Ese Mayor que es quien tiene la Visión Total del juego.
Y también ocurre con frecuencia, que aparece alguien “con voz de trueno” que dice conocer “todo” sobre el juego y que todos deberán se someter a sus órdenes, pues él sabe la posición que cada uno debe ocupar en el juego… Esos tienen apenas pactos con el “opuesto del Mayor”, éste que les proporciona la capacidad de hipnotizar las multitudes y con eso llevándolas atrás de sí mismo para el abismo…
Buscaré en primer lugar el Reino de los Cielos que está dentro de mí… ¡Y el resto es el resto!...
Cavalcante – 5 / VIII / 2002.
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