209 - HIPOCRESÍA

En la película Zorba el Griego, existe un pasaje que es una verdadera “lección de psicología de masas”… Esta se encuentra en la escena del “apedreamiento de la viuda” por la plebe, por ella haberse entregado carnalmente al personaje del papel principal… Los “promotores” del apedreamiento público son los mismos que habían sido rechazados por la viuda en sus pretensiones de obtener el mismo “premio” que fue obtenido por el “galán” de la película… Despechados por no conseguir satisfacer sus deseos ocultos de las “noches lascivas”, colocan la máscara diurna de “celadores de la Moral y Buenas Costumbres”, acusando la “pecadora” e incentivando el populacho para apedrearla: ¡la “catarse” es colectiva, de incentivadores e incentivados, al castigar los pecados ajenos que ellos practican (o desean practicar) en las “sombras del anonimato” y así librarse de sus “sentimientos de culpa” gratis, sacrificando el prójimo en vez de a sí propios para “redimirse”!…
En términos de Psicología, y en cada uno de los individuos que protagonizan el acto, allí están representados los tres “departamentos” que Freud descubrió como existentes en el “humano civilizado”: el Id (el instinto animal primitivo que impulsa el individuo en su busca por el placer de los sentidos y fuga del sufrimiento) el “Super Ego” (producto de la aculturación, que nos dicta lo que es permisible y lo que no es, para vivir en sociedad) y el Ego (el intermediario y equilibrador entre los otros dos “substratos psíquicos”, el que tiene el poder decisorio para ejecutar las acciones del individuo que vive en Sociedad)…
En la mente de cada “apedreador”, el Ego se justifica ante el Censor (el Super Ego) que lo critica por los “contenidos” atávicos que existen en el “substrato Id”: -Vistes como soy “buenito”, yo no cometí los “pecados” de esa pecadora y todavía los estoy castigando…
A través de la Historia esa situación se repite, donde masas e “incentivadores de masas” se unen en “acciones colectivas de catarse” para expurgar “gratis”, a través del sacrificio ajeno, lo que existe en el ser humano de su “herencia animal y sub-civilizada” oculta en lo más recóndito de sí mismo: Ocurrió así 2.000 años atrás con Jesucristo teniendo que “pagar el pato” para expurgar los “pecados” de todos los que lo condenaron a morir en la Cruz en el lugar de Barrabás… Ocurría así en el Renacimiento, cuando los Heliocentristas cometían la “blasfemia” de decir que la Tierra no era el Centro del Universo, conforme constaba en las “sagradas escrituras”, y por eso eran condenados a morir quemados en plaza pública, con derecho a catarse colectiva de inquisidores incentivando a una multitud de “lobos disfrazados de ovejas”…
En todos los casos, existe la presencia de la “masa de maniobra” aliada a los “manipuladores” de las mismas, éstos investidos de su autoridad “moral –clerical”, ambos juntándose en el “acto catártico” de Hipocresía expurgatoria…

Y yo que lo diga, que ya sufrí la “ejecución sumaria”, de un Censor Clerical a mis 8 años de edad, el cual me condenó al Fuego Eterno del Infierno, sin posibilidad de “remisión de la condenación”: ¡él al condenarme “expurgaba” los “diablos” que creaba en su celda de clausura y así los pasaba para mí, un crío inocente e indefenso!... (Ya conté ese “episodio” de mi vida en Hilos Invisibles. http://angelnavaridas.zip.net Archivo 08/04/2007 a 14/04/2007)… Si yo sobreviví (físicamente y psicológicamente) debe ser porque Alguien Mucho Mayor que nosotros dos juntos, confesor y confesado, me protegió… Tal vez yo tenga algo para hacer en éste mundo, para lo cual era necesario pasar por aquél periodo de “tormento psicológico” para la formación de mi carácter actual, ¡tal vez, tal vez!...
Cavalcante – 13 / 10 / 2009.