terça-feira, 1 de fevereiro de 2011

165 - ?OBRA DE DIOS O DEL DIABLO?


Me acordé de mis tiempos de crío en Alsasua, de la distancia que la sociedad, con fuertísima influencia religiosa, establecía entre niños y niñas… En las escuelas, las clases eran separadas, así como los patios de recreo.
El espacio geográfico bipartido, tenía su correspondiente equivalente en el “espacio psicológico” que era creado dentro de la mente de niños y niñas: La educación religiosa, que era preponderante sobre todos los otros sectores de la Educación, inculcaba en nuestras mentes infantiles altamente sugestionables, que donde un niño y una niña quedan próximos, el Diablo también se aproxima.
El “diablo”, tenía también otro nombre: Sexo… ¡Sexo era cosa del Diablo!... Y vinimos a través del Sexo, por lo tanto seríamos hijos del “pecado” y cargaríamos desde nuestro nacimiento el peso del “pecado original”… Por lo tanto, el Infierno era nuestra herencia y destino, si no tuviésemos a nuestro lado la Iglesia para rescatarnos y guiarnos por los difíciles caminos que llevan para el Cielo, allí donde se encuentra nuestro Verdadero Padre, el Creador del Universo.
Antes de llegar a mi mayoridad, yo me liberté del “yugo de dominio” de la Iglesia, pero alguna vez, cuando era todavía joven, llegué a oír de mayores casados que eran compañeros de trabajo, “informaciones difusas” que denunciaban una situación donde la Iglesia mantenía una vigilancia rigorosa sobre las actividades sexuales de los casados y que era ejercida a través de los confesionarios: ¡Sexo solo era permisible para “reproducción” (y consiguiente aumento del “rebaño” custodiado) mientras que el mismo hecho apenas por placer, sería pecado horrible y condenable con el castigo del Infierno por toda la Eternidad, a no ser que fuese confesado a los confesores y establecida por estos la penitencia que los redimiese del pecado cometido!...

En mi primera infancia, yo llegué a tener algunas “vivencias eróticas” con chicas de mi edad, que atendían más que otra cosa cualquiera, a nuestra “curiosidad sexual”, sin llegar a ser “actos sexuales plenos” propiamente dichos… Me parece que ocurrió ya a partir de mi primera confesión, cuando fui a confesar ese pecado a mi confesor, un viejo alucinado que solo salía de su celda del convento en que vivía recluso para ir al confesionario y donde soltaba los “demonios” creados en su celda para encima de quien se le aproximaba: desde la altura de mis siete u ocho años, no conseguí me entender con mi “salvador” (que debería tener más de ochenta) el cual me dio unos “tortazos” para comenzar, y continuando con premisas, requisitos e informaciones que él pedía de mí y a las cuales yo no sabía cómo responder, todo lo cual según decía era necesario para él poder me absolver y librarme del “fuego eterno”… Salí del confesonario peor que lo que había entrado… ¡Y otras veces que intenté entenderme con él, tampoco lo conseguí, hasta llegar a la conclusión de que yo no tenía solución, y que el Fuego Eterno sería mi destino final para después de ésta vida!...
Cuando ya era adolescente es que conseguí líbrame de aquélla “sobrecarga” infernal que aquél “loco de sotana” soltó encima de mis hombros… ¡Pero solo me libré en el aspecto racional!: No conseguí me librar de las “distorsiones psíquicas” que se crearon dentro de mí en el aspecto emocional… Crecí introvertido e incapaz de manifestar sentimientos y hasta de sentirlos: Lágrimas y risas, fueron excluidas de mis ojos y labios por toda mi infancia, juventud y hasta mayoridad. (Ya relaté eso también en HILOS INVISIBLES, http://angelnavaridas.zip.net Archivo 8/IV/2007 a 14/IV/2007, cap. 22 – Confesiones).
Con más de 25 años fui a experimentar como era aquélla “cosa misteriosa”, tan exaltada y vilipendiada que llamaban “Sexo”: ¡Fue un desastre!... Empecé a sospechar que alguna cosa en mi organismo estaba equivocada y fui al médico y éste me mandó al psicoterapeuta…
De la mano de éste redescubrí mi relacionamiento conflictivo con la Iglesia, y como a través de la influencia negativa de ésta, fue creado en mí un tipo de trauma deformador de mi personalidad, en los niveles emocional y sexual principalmente…
Muchas décadas pasaron desde los tiempos en que fue implantada en mi cabeza infantil la idea de que Sexo es “cosa del Diablo”, idea ésa que el tiempo fue modificando hasta los tiempos actuales, en que creo más que el Sexo fue creado por Dios… Dos décadas atrás, mientras investigaba los vastos campos de los conocimientos místicos, religiosos y esotéricos, encontré el Tantrismo y otras “filosofías prácticas” semejantes, que dicen que el Sexo no fue apenas “creado por Dios”, mas también a través de prácticas ritualistas de él, podemos llegar a entrar en contacto con Dios y unirnos a Él…

EL SEXO
Fue creado por Dios
Fue deturpado por imbéciles
Fue pervertido por locos
Y es disfrutado por sabios

Autor desconocido
Cavalcante – 18 / VIII / 2002.

3 comentários:

  1. ¡Qué todos los "padres Hugos", ardan en el infierno!

    Deturpado: Afear,manchar,estropear,deformar...

    Hasta hoy no conocía esta palabra. ¡Gracias maestro!

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  2. Me parece que hemos andado caminando sobre caminos paralelos: !Tu "Padre Hugo", para mí fue el Padre Bruno!... Pero por favor no me llames Maestro, continúo siendo apenas un "caminante" en el Camino... ?De la Perfección?... (Así espero)...

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  3. En mi anterior comentario me solidarizaba contigo, en mi vida no ha habido ningún padre Hugo, o Bruno, (me equivoqué de nombre) pero sí he conocido a muchas personas que los han padecido, y el nombre es lo de menos.

    En Soledad 6, (la casa donde nací) la religión no tenía mucho que hacer, con decirte que a mi madre el cura la echó de la iglesia y se negó a casarla. Tuvo que intervenir una prima, que era muy rica y estaba a partir un piñon con los curatos, para conseguir que la boda se llevara a cabo... A ver si un día tengo ganas de contarte la anécdota.

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