La misión de los Budas no terminará mientras haya seres humanos que con sus mentes egoístas y corrompidas creen ambientes igualmente degenerados. – BUDA
Traducido para palabras modernas y dentro del sentido que es ofrecido por el “Movimiento de la Evolución de la Vida y de la Conciencia”, la Misión de los Budas, de los Avatares, de los “enviados de los Cielos”, solo acabará cuando todos nosotros, especie Homo Sapiens, nos transformemos en “neuronas” del Cerebro Global, con la “conciencia egocéntrica” borrada, y activada la Conciencia Planetaria…
¡Meta lejana esa por lo que parece!... ¿Lo que hacer para acelerar ese “proceso”?... En primer lugar, tomar conciencia de que ese “proceso” existe y que de él somos fruto; en segundo lugar, “doblar la rodilla” a ese Algo Mayor, que está por detrás del mismo, dejando de lado la visión actual de que somos, con nuestra “conciencia individualista”, el “comienzo – medio – fin” de todo en el Universo; en tercer lugar, buscar por todos los medios “sintonizarnos a Ese Mayor” y a “Su Proceso Mayor”… Trabajemos antes que nada dentro de nosotros mismos por crear esa “Alianza Interna” con “El Mayor”, en vez de dedicarnos a “transformar el Mundo Externo” y poner este a “girar alrededor de nuestros intereses individuales, grupales o de especie”: ¡El mal resultado de nuestro “desvío de camino” está evidente por todo el Planeta, con la degradación que estamos provocando por todo él!... En fin, como Santa Teresa nos aconsejaba, cuidemos antes que nada de nuestro “Jardín Interior”, para dejarlo “bello y florido” y con eso “el Señor vendrá a nosotros” (en palabras modernas, sugeridas por la observación del Movimiento Evolutivo, el “Señor instalado en nuestro jardín” equivale a la Conciencia Cósmica substituyendo la “conciencia egocéntrica” en el nivel de nuestras neuronas)… O en la terminología “sui generis” de Don Juan (Castañeda) organicemos “el huevo de nuestra personalidad”, normalmente tomado todo él por el “tonal”, de forma que esa “particularidad más externa” de nosotros mismos ocupe solo la mitad del “Huevo”, dejando la “otra mitad” para ser ocupada por El Nagual, este que tiene una “visión amplia” de todo el Universo (visible e Invisible): ¡él deberá ser quien ejerza el “comando” con “verdadera e exacta visión” de nuestro “lugar en el Universo”, actualmente, erróneamente, y “soñadamente” considerada como siendo el “Centro de Todas las Cosas”!… O todavía, tomando como ejemplo las palabras de Huberto Rhoden, pongamos el “ego” (el “falso señor”) en su debido lugar: ¡Como “servidor” del Verdadero Señor, este que espera en la puerta de nuestro Hogar Interior, para que lo convidemos a entrar!...
Un trabajo arduo que tenemos para realizar con nosotros mismos… ¡Ni necesitamos buscar “más trabajos” por allí fuera!...
Buscar en primer lugar el Reino de los Cielos que está dentro de vosotros y lo restante obtendréis por añadidura. –Jesús.
Alto Paraíso – 30 / XII / 1998.
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