46 - CONFESIONES

La vida me cobra deudas contraídas con ella por mi incompetencia… Y yo, con mi orgullo, cerrando los ojos a la realidad de que soy el ser vivo más despreciable que pasó por la Tierra, me disfrazo y ando por el mundo con aires de quien tiene algún valor para la existencia…
Un perro joven está enfermo… Y yo, con mi incompetencia, puedo ser el culpable por eso… Estuve queriendo dar privilegios para él en relación a otros perros de los alrededores que rondan mi puerta, reservando para él restos de pollo y huesos para “ayudarle en su crecimiento”… La dueña de la pensión donde vivo, que es también la dueña de ese perrito, me dijo que no diese los huesos de pollo para él, porque estos pueden “rasgar su intestino”… Pero yo ya se los había dado y el perrillo los había comido… Él está ahora enfermo y suelta sangre: algún hueso puede haber agujereado sus tripas… ¡Y yo soy culpable por eso!...
El bien que quiero hacer no hago y el mal que no quiero hacer es lo que hago (Paulo de Tarso)…
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Ya hace algunos días que hay “mal olor” en el aire… Un tubo que pasa por los fondos de mi cuarto, y que colecta la salida de varios retretes de la pensión, está roto y suelta sus gases fétidos para el aire… Eso me incomoda… Y yo aquí pensando que eso puede ser que yo lo merezca, por otras negligencias que cometí en la vida, como la relatada sobre el perrito…
No hace mucho tiempo todavía, conviví algún tiempo con un ermitaño, de nombre Freddy, en un lugar remoto en las montañas… Allí no hay retretes, y la “norma” es hacer las “necesidades fisiológicas” en agujeros en el suelo y después enterrarlo todo… Pero algunas veces, movido por la urgencia y sin tiempo de ir hasta la casa para coger la azada y hacer el agujero en el suelo, acabé haciendo mis necesidades en un riachuelo de los alrededores (y que lleva las aguas muy lejos, por lugares deshabitados perdidos entre las montañas)…
El ermitaño está con las facultades mentales comprometidas, poblado de visiones y audiciones que le dicen que “los cielos tienen reservada para él la gran misión de regenerar el mundo”… Él, además de drogas recetadas por los médicos para estabilizar sus delirios, toma otras “drogas prohibidas por la ley”, en las cuales es viciado… Pues bien, algunos días después de haber hecho mis “necesidades urgentes” en el riachuelo, Freddy tuvo un rasgo que no se si era de “locura” o de “lucidez supra-normal”: -Mis gases, normalmente perfumados, ahora los siento fétidos… Él dijo eso mirándome fijamente en los ojos, con aires acusadores que no dejaban dudas y todavía acrecentó: -¡Alguien colocó alguna cosa en mi comida!… Enfrenté la mirada de él y respondí directamente: -Aquí solo estamos nosotros dos ¿Tienes alguna cosa concreta para me acusar?... Ante mi enfrentamiento, él se recogió y sin mirarme directo empezó a reclamar diciendo que aquél olor que salía de él era de “coliformes fecales” y que tomase cuidado con él, pues estaba “protegido” por aliados poderosos e invisibles los cuales me castigarían severamente si yo hiciese algo contra él… Todavía acrecentó, que yo no iría a conseguir mi jubilación tal como lo pretendía por aquellos días, cuando hacía muchos viajes a la ciudad para conseguir mis “derechos adquiridos”, llevando un montón de documentos y cumpliendo las exigencias que la Previdencia me solicitaba…
El caso es que yo estaba enfrentando grandes obstáculos burocráticos y hasta problemas con la red computadorizada de informaciones de la Previdencia, la cual llevaba varios días “fuera de operación” por problemas operacionales que andaban enfrentando en la ocasión… Aliando todo eso al “sentimiento de culpa” por haber cedido a mis “urgencias” en el riachuelo y contrariado con eso las “normas” de convivencia establecidas en el lugar (lo hice lejos de la casa, en región más baja de esta, y antes del rio entrar en región de “selva cerrada” y seguramente atravesando región totalmente deshabitada de muchos kilómetros) juntando todo aquello, “sentimiento de culpa”, acusaciones del sujeto citado y contrariedades burocráticas con la Previdencia, acabé cuestionándome a mí mismo como si lo hiciese abiertamente con mi “oponente del momento”: -Aún mismo que no sean las cosas “al pié de la letra” como tú las insinúas, quien sabe yo soy de alguna forma culpable por mi negligencia, y tal vez por eso estoy siendo castigado de “alguna forma” al no obtener mi jubilación por “derechos oficiales adquiridos”… ¿Quién eres tú, loco, genio, mago, o todo eso junto?...
Con la obtención de mi jubilación algún tiempo después, dejé de lado mis “posibles deudas morales adquiridas” en relación al “sujeto”, y acabé catalogándolo como “apenas un loco inconsecuente”…
Hoy por la mañana temprano, cuando abrí la puerta de mi cuarto, encontré el perrito enfermo del lado de afuera y eso me trajo de vuelta las “palabras acusatorias” contenidas en la canción de Raúl Seixas: -Convences las paredes mudas de tu cuarto y duermes tranquilo, sabiendo en el fondo de tu pecho que no era nada de aquello…
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Mi orgullo ya me hizo alguna vez criticar las palabras escritas en Imitación de Cristo, cuando allí dice que debemos siempre colocarnos en último lugar y ser sumisos no solo a nuestros superiores, así como a las “indicaciones” de cualquier otro ser vivo y pensante… Y estuve pensando para mis adentros: -Apenas sermones de “predicadores profesionales”…
¿Lo que existe dentro de mí que da alas a mi orgullo, haciéndome creer que yo sea mejor que “otro alguien”?...
¡Dios mío, haz que yo esté siempre alerta, para no caer en la tentación de criticar algo o alguien! ¡Me deja siempre de ojos bien abiertos para la realidad de ser el peor de los seres vivos que pasó por la Tierra! ¡Mejor sería no haber nacido que ser la porquería que yo soy!...
¡Freddy, perrito, perdonarme! ¡Dios mío, protege los dos y a todos los otros seres vivos del maldito veneno que no para de brotar de mí, y que contamina y pudre el aire, las aguas y la Tierra a mi alrededor!...
¡Me manda todos los tormentos de que necesito para me purificar, Dios mío! ¡Me manda el fuego del Infierno para me quemar! ¡Que nada sobre de mí, pues solo impurezas soy! ¡Me abrasa en Tu Fuego Redentor, hasta nada sobrar de mí y solo Tú te manifestar en mi lugar!...
¡Así sea!...
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Y… ¡todavía estoy suelto!... ¿Dónde está mi viejo confesor para me encadenar con la amenazas de Fuego Eterno?... ¡Yo necesito de él!...
Dios mío, mientras yo no tenga plena y completa conciencia de Tu Presencia en todo a mi alrededor, hasta que solo a Ti vea y oiga en todas las cosas de este mundo, hasta que solo a Ti obedezca en mi vida, necesitaré de tus “palazos” para me guiar por este valle de lágrimas… Mientras que yo no tenga los “ojos de ver” que Tu proporcionas, necesitaré ser triturado y molido por la Máquina de Tu Universo, hasta que, después de yo morir para mí, Tu solo veas y actúes por mí…
Cuando Freddy defeca en medio de los árboles, él dice que efectúa una función que hace parte del Proceso Natural del Universo… Cuando yo hago la misma cosa, pienso que hago una cosa repugnante…
Buda: ¡Nosotros creamos el Universo con nuestras mentes!... Mentes impuras crean universos impuros y mentes puras crean universos puros!...
Por mí mismo, nada de bueno puedo hacer en este mundo, Señor… ¡Acaba conmigo! ¡Soy un instrumento defectuoso! ¡No os sirvo para Vuestras finalidades!...
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Resolví el problema del caño de salida de los retretes… ¡pero el perrito murió!... ¡Y nace un nuevo “fantasma” en mi conciencia para me atormentar!... No sé si soy yo realmente el culpable por su muerte, pero hoy prefiero creer que sí!... Aún mismo que no hice nada intencionalmente para perjudicar el bicho, saber eso en nada me consuela…
¡Hoy me siento un trasto inútil!... Soy un fracaso de vida… Todo lo que merezco es acabar mi vida en algún montón de basura de periferia de ciudad… Dios mío ¡Yo no merezco que Tu mires para mí! ¡Me abandona a mi suerte, que yo hoy tengo la certidumbre de que acabaré mis días en medio de un montón de basura, que es lo único que merezco!...
¿Quién soy yo, para morir en la cumbre de una montaña?... ¡Soy “ave carroñera”, hombre “gabirú” (aquéllos hombres que viven en y de la basura)… ¡junto con estos merezco vivir y morir!...
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¡Pero como soy “caradura”!... Seguramente que mañana ocultaré mis miserias más íntimas debajo de unas ropas limpias, pondré mi máscara de “hombre respetable” y saldré a la calle fingiendo que soy merecedor de que el Sol derrame sus rayos sobre mí…
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Gustavo Adolfo Becker: en lúgubre lamento anteveías tu “última morada”, lugar remoto y olvidado, cubierto de eternas brumas, y debajo de una cruz sin nombre… No tengo la moral que tu tenías cuando reivindicabas tal lugar para descanso de tus despojos… el futuro que hoy pienso que merezco para mis restos, es mucho más repugnante que aquél “cuadro” que tu pintabas…
¡Muere de una vez por todas, “hombre viejo” despreciable y repugnante que dentro de mí te albergas!... ¿Será que tú cargarás junto contigo para el túmulo la “simiente” del Nuevo Hombre sin dejar a éste germinar?... Tú eres quien merece morir y no el joven perrillo que asesinastes con tu petulancia: ¡Queriendo crear el Orden en el Universo, solo el Caos generas!...
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¡Llegó la noche!... Después de un día entero conturbado dentro de mí, ligo la TV en el canal de la Cultura de São Paulo… Es un programa sobre la emigración japonesa en el Brasil… Palabras sueltas: Cielo sobre Tierra – El Hombre Superior transforma su naturaleza. (I Ching)…
Buda: Olvidarse de sí mismo es Iluminación… ¿Cómo la abeja, la hormiga y la termita?... ¿Como yo mismo durante dos horas hace dieciséis años atrás?... ¿El significado de la Vida Impersonal de Bennet será que es equivalente a la Iluminación búdica?...
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Después de las próximas festividades del Carnaval, voy para São Paulo, a conocer la “sociedad mística” Centro Dharma para la Paz… Estoy necesitando salir de mí mismo, encontrar alguien que sepa más que yo sobre mí mismo, alguien que me indique caminos a seguir en la busca de de lo más “íntimo y transcendental” de mi mismo que yo desconozco… Alto Paraíso – 2 / II / 1999.