47 - SALVADOR... !DE GALLINAS!...

La vida no es fácil para nadie… ¡Hoy presencié una crueldad!... Una gallina con siete pollos de Doña Bia, la dueña de la pensión, andaba huyendo para los patios vecinos para escapar de los picotazos de las otras gallinas… Doña Bia la amarró en medio del patio para que no escapase de nuevo… Las otras gallinas le picaban en la cabeza: le arrancaron todas las plumas y la dejaron con la cabeza en carne viva y sangrando…
¡Todavía agradezco de que ahí fui apenas espectador y no culpado por la crueldad!... Hum… ¿O será que soy culpado por omisión?... Como por aquí no existe Sociedad Protectora de Animales para denunciar la patrona, estuve pensando denunciarla a uno de los ocupantes de un cuarto de la pensión, el cual hace parte de la WWF (Fundación internacional para protección de la vida salvaje)… pero tengo la impresión de que él también vio el crimen y no intervino… ¡Ellos defienden animales salvajes!... Defender animales domésticos debe ser incumbencia de algún otro departamento de la Sociedad Civil…
¡Hum, hum!... Solo espero que el fantasma de Raúl Seixas no vuelva a cantar de nuevo por la noche en mi oído: Convences las paredes de tu cuarto y duermes tranquilo, sabiendo en el fondo del pecho que no era nada de aquello… ¡Porra, Raúl!... Vete a cantar en la oreja de Doña Bia y no en la mía…
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Por falta de mejor opción, me transformé en “defensor de gallinas desprotegidas” y en el “terror de gallinas crueles”: ¡Estuve tirando piedras contra las gallinas malvadas!...
Alto Paraíso – 12 / II / 1999.