segunda-feira, 19 de abril de 2010

50 - ZANONI

Más reflexiones sobre el tema de la sexualidad. Hoy llegué a la conclusión de que existen dos tipos de sexo: El sexo animal, inocente, instintivo, terráqueo, y para el cual el ejemplo de la tribu polinesia citado por Reich (cap. 19 – Sexo y Equilibrio) es un “modelo” a ser alcanzado en nuestra “condición terrestre”… El otro tipo de sexo, es el “Sexo Transcendental”, místico, practicado por seres de alto nivel de evolución y para los cuales el simple sexo instintivo ya no es satisfactorio. Para este segundo tipo de unión sexual, la descripción de Andersen me parece bastante adecuada: caminhointerior.hpg.com.br/ Parte 2.32.
Me recordé también de Zanoni, (libro que Edward Bulwer Lytton escribió en el siglo XIX) que contenía aspectos singulares en la colocación de la problemática sexual y sublimación del sexo para llegar a un nivel más elevado del grado de evolución humana.
En aquélla obra, el personaje central, Zanoni, había alcanzado dominio sobre “nuestra naturaleza terrestre”, incluso, él ya es centenario en la edad y manteniendo la apariencia y el vigor de un joven.
Zanoni vive en los “límites existentes entre dos mundos”, y en los dos tiene libertad para se manifestar, actuar… Uno de esos “mundos”, es este nuestro mundo conocido, mundo de las formas volátiles y pasajeras y el “otro mundo”, es aquél que sospechamos que existe en paralelo a este “nuestro mundo conocido”. La interferencia ocasional de “seres/cosas” de ese mundo paralelo con este nuestro mundo es que produce aquello que llamamos “fenómenos paranormales”…
Zanoni tiene un compañero, con “super-poderes” y longevo como él. Entre las actitudes de los dos en relación a “nuestro mundo”, destaca el “no-envolvimiento” de ellos con los asuntos mundanos con que nosotros estamos “envueltos y absorbidos”: ¡Ellos son apenas espectadores y no actores del “palco del mundo”!...
En relación al Sexo, ellos adoptan también la “abstinencia” de forma coherente al resto de su posición en “nuestro mundo”… ¡Totalmente diferente y opuesto a nosotros, ya que el Sexo representa la “fuente” del mayor envolvimiento con “este mundo” y que genera como consecuencia la perpetuación de nuestra “condición terrestre-sensorial”!...
Zanoni, contrariando la opinión y consejos de su compañero, decide dejar de ser mero espectador del drama representado y pasa a ser actor también de la trama: Se casa, tiene hijos, se envuelve con los ideales más elevados de nuestra especie, esta que espera superar nuestra “condición terrestre actual”... Zanoni no atiende al compañero, que considera que ellos ya habían alcanzado el “más alto nivel de Evolución” y dice que Zanoni irá a retroceder para un nivel más bajo de graduación…
Zanoni rebate al compañero, diciendo que ellos no habían alcanzado el más alto grado de Evolución y sí estaban estancados en un nivel intermediario entre lo humano y lo Super-humano; que para proseguir en su evolución, deberán retroceder un paso atrás, ser de nuevo humanos comunes, seguir por “caminos” comunes a toda la especie humana como un todo…
Así, Zanoni va para el mundo, camina junto al resto de la humanidad, lucha por los ideales sociales más elevados de nuestra especie… ¡Él es ejecutado junto con la compañera en la guillotina, durante la Revolución Francesa!... La pareja deja descendientes, que seguirán los pasos de sus padres en la sufrida caminata por superar la “condición humana”…
El “sacrificio” de Zanoni es conmovedor: El “ser de las estrellas” baja a nuestro nivel y atendiendo a un impulso de solidaridad con la especie humana, nos recuerda el gesto de Buda al se negar a entrar en el Nirvana solo, este que espera la redención de la humanidad como un Todo para junto con ella entrar en aquello que para los orientales es la representación de nuestro Cielo occidental… Y también, el gesto de Zanoni es equivalente a lo que los “evolucionistas” pensamos cuando defendemos la “salvación de la especie humana”, relegando para segundo plano la “salvación del individuo”; la “salvación de la célula” en detrimento del protozoario; la salvación de la “neurona” del Cerebro Global en detrimento del actual “virus cancerígeno” de la Biosfera, papel este desempeñado por el “homo sapiens actual”; defendemos la “muerte/transmutación” del hombre viejo actual, para permitir que el Nuevo Hombre nazca …
Comparando la “propuesta sexual” de Reich, con las de Andersen y Zanoni, la primera suena a “auto-realización pobre”, como limitada a nuestra “condición terrestre” de animales racionales que somos, ignorando las ansias y sueños humanos de llegar a ser “algo más que animales” en la escala evolutiva, llegar tal vez algún día a ser Seres de las Estrellas, dentro de una visión de la Evolución de la Conciencia como siendo un fenómeno de dimensiones “Estelares y Universales”…
Y así vamos, nosotros “hombres normales”, aprisionados a nuestra “condición terrestre”, ni animales ni “super-hombres”, con esa poderosa energía palpitando en nosotros que nos lleva en vaivén entre el infierno y el cielo, del encanto de parecer que estamos rozando el cielo en el encuentro con nuestro “par ideal”, hasta las desgracias infernales de asesinatos, suicidios, y hasta guerras obedeciendo a impulsos descontrolados por satisfacer un “amor carnal”; eso sin contar convulsiones particulares “intermedias”, neurosis provocadas por cuestiones de sexo “mal resuelto”, perturbaciones mil producidas por la sexualidad reprimida y consecuentes aberraciones cuando esta es libertada de forma descontrolada; y todavía, en los casos más comunes del día a día en los relacionamientos entre “parejas comunes”, comportamientos neuróticos que se manifiestan bajo las formas de “dependencia” y de “posesividad” por el “objeto” de la satisfacción del deseo sexual, y consiguientes conflictos y desentendimientos caseros cotidianos entre estas “parejas comunes”…
Alto Paraíso – 8 / IV / 1999.

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