70 - LA POSADA DE PEREGRINOS

Los hijos solteros de los compadres usan esta casa de playa en la cual estoy instalado actualmente, para las farras de ellos y sus amigos… El paraíso idílico que yo describía el pasado 12 / IV, solo vale para cuando estoy yo solo por aquí… La comadre María reclamaba un día conmigo de los hijos, diciendo que a pesar de estos estar “bien encaminados profesionalmente”, dejaban a desear en la hora de ellos pensar en tomar un rumbo independiente en sus vidas… Ella decía que prefieren farras con amigos y amigas, mas que no quieren relacionamientos serios y con perspectivas de casamiento formal…
El caso es que yo salgo de aquí cuando los veo llegar con sus algazaras… Tal vez la comadre se engañó por causa de mi bigote… Puede ser que ella pensó que yo iría imponer seriedad y disciplina entre el “bando joven” que invade esto de vez en cuando… ¡No tengo ninguna vocación para “sheriff” a pesar de mi bigote!...
Después de un mes pasado por aquí, hoy tengo una visión mejor del papel de esta casa de playa en mi vida… ¡Ella es apenas una Posada de Peregrinos!... Estoy planeando hacer un “retiro espiritual” en el Monasterio Zen – Budista de Ibirasú!... Y la “peregrinación” continúa…
Ubatuba – 16 / V / 2000.