quarta-feira, 11 de agosto de 2010

77 - EINSTEIN: EL CONTEMPLATIVO


Cuando alguien se libra de la identificación con las limitaciones humanas, se ve a sí mismo como estando en algún punto del planeta, mirando maravillado la belleza fría, mas profundamente conmovente, de lo Eterno, lo Infinito… La Vida y la Muerte fluyen por el Ser y no hay Evolución o Destino, solo Ser. Einstein.

Realmente, por la descripción de Einstein, parece que él tuvo algún tipo de “vivencia” de aquéllas que Bucke catalogó como de Conciencia Cósmica Plena
De vez en cuando encuentro referencias anti-evolucionistas: realmente a pesar del afecto que tengo por ese movimiento llamado Evolución de la Vida, tengo que reconocer que él hace parte del tiempo y del espacio… Al menos la evolución entendida en el sentido usual… Mas abro una excepción para salvar la misma en el nivel humano, cuando doy a ella un “sentido especial”: evolución para el hombre sería este vivir con un “estado de conciencia” semejante al de Jesús, cuando este dijo que Él estaba en un “estado” de UNIÓN CON EL PADRE… Dejaríamos así de existir en el “espacio/tiempo” humanos, para existir en el ESPACIO/TIEMPO DIVINO… Sería equivalente al “intervalo evolutivo” observable entre un protozoario y una célula: estos están separados por una octava dentro de la “escala musical evolutiva”…
Aún así, cuando hago ese examen, veo en mí la presencia del “filósofo”, presencia esa que no estaba conmigo en el “momento X” (vivencia relatada en el cap 71 – NUEVA CONCIENCIA)… Cuando tuve aquélla “vivencia superior”, todas las cosas presentes en mi personalidad usual perdieron importancia: percepciones, memorias, conceptos, sensaciones, emociones, todo aquello que normalmente tenemos como siendo de “alto valor”… En aquél momento, solo tenía importancia la “vivencia en sí”, el “estado de conciencia diferente”, más diáfano y beatífico… todo lo ya vivenciado por mí hasta aquél momento, se quedó irrelevante, sin importancia… hasta las “banderas” más queridas por mí durante toda mi vida de la EVOLUCIÓN y del RELATIVISMO EXTENDIDO HASTA EL NIVEL DEL LIBRE ARBITRIO HUMANO…
Tal vez… ¿Quién sabe?... ¡volveré algún día a revivir alguna vivencia semejante a aquélla!... Y hasta ¿Quién sabe?... más perfecta que aquélla, del tipo por el que parece ser que pasaron Einstein, Bucke, Jesús, Paulo de Tarso y otros grandes personajes históricos de la especie humana…

En los próximos días voy a pasar cuatro días en el Monasterio Soto Zen de Ibiraçú, haciendo prácticas intensivas de “zazen”… ¡Tal vez, ese Monasterio represente etapa importante en el camino de mi vida, en este trecho final de la misma!…
Eunapolis – BA – 21 / VII / 2000.

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