Bases de la Ciencia Académica Oficial: Somos el centro del Universo, solo existe aquello que podemos entender, controlar, manipular, reproducir en nuestros laboratorios de forma controlada e inteligible por “nosotros” , los únicos y verdaderos sabios, los “dueños de la Verdad”…
Mas… Yo aquí, ya vi “objetos” en altísima velocidad, creo que en la estratosfera, haciendo zigzag sin se desintegrar… ¡Eso es imposible de ocurrir con “objetos densos” (corpusculares)!... La solución que los “académicos de la ciencia” adoptan cuando oyen un relato de esos, es negarlo y poner un sello en la frente de quien lo dice: ¡LOCO!...
Pero no somos el “centro del Universo”… Las palabras de Sekespeare de hace algunos siglos atrás, continúan tan válidas como entonces: Existen misterios entre el Cielo y la Tierra que el conocimiento humano es incapaz de entender…
El “antropocentrismo” es una base falsa… Una y otra vez nuestra “inadecuación” nos hace desaparecer por el “sumidero” de la Incompatibilidad con las leyes de la Evolución (*)… Lemuria, Atlántida, Babel, Sodoma y Gomorra… A veces es agua, a veces es fuego que bajan del Cielo para limpiar la faz de la Tierra de la presencia del “virus cancerígeno” que la asola… Una vez más, todo indica que los tiempos de una nueva “limpieza purificadora” están llegando…
(*) La Ley Máxima de la Evolución dice: Es necesario vivir “en”, “por” y “para” el MAYOR (este conocido genéricamente como DIOS)… En nuestra actual etapa de la Evolución, debemos buscar la “mutación” que nos transforme en Neuronas del Cerebro Global. Siendo esto un traducción para los tiempos modernos de lo que Paulo de Tarso (San Pablo del Cristianismo) quería decir en función de una Vivencia Transcendental por la que pasó, y que le hizo pronunciar su frase inmortal: En DIOS vivo, respiro, me muevo…
Cavalcante – 23 / XII / 2008.
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