64 - EL NUDO DESATADO

Desaté el “nudo” que se hizo en mi vida, con el negocio fracasado de la moto a que me refería el pasado día 31… Todo ocurrió de forma satisfactoria… Podía haber sido peor, pues estuve sospechando que habían usado de mala fe conmigo para se beneficiar perjudicándome, y estuve pensando en ir armado dispuesto a enfrentar una guerra si comprobase que realmente existía esa maldad por parte del dueño de la moto y su representante… Creo que mi “grenlin personal” estuvo sugiriéndome eso… Al fin seguí las orientaciones de mi “Angel de la Guarda”, que me aconsejaba lo contrario: Desistí de mis preparativos para la “guerra” y pedí a Dios para que tomase las riendas de la situación en mi lugar… ¡Todo corrió bien!... No hubo mala fe por parte de ellos… Conocí el “dueño fantasma” de la moto al cual todavía no conocía y que tenía tributos no pagados y la documentación de la moto en desorden como consecuencia… Él me pareció más un sujeto atribulado por el exceso de compromisos y falta de tiempo para resolverlos aliado a una posible negligencia personal bastante común en las personas por aquí en lo que se refiere a seguir las reglas burocráticas de la Sociedad Brasileña (incluso, reglas esas mastondónticamente pesadas e infinitamente complicadas por estas latitudes)… Quedé con la impresión, de que el sujeto intentó pasar una parte de su pesada carga para encima de mis hombros, más como acción impensada de desespero que como acción repensada de mala fe…
Al fin todo se resolvió de la mejor forma posible, sin sangre ni muertos: ¡Si fuese a “desatar el nudo” por mí mismo y de armas en mano para “reforzar mis argumentos”, como pensé en principio, seguramente que el “nudo” iba a quedar más amarrado todavía… En las “manos de Dios” el conflicto acabó, las tensiones se relajaron… Y ahora mismo siento, que con la tutela de Él, el Mayor, la Vida fluye mansa y sin sobresaltos…
Alto Paraíso – 11 /I / 2000.