domingo, 13 de fevereiro de 2011

173 - MEDICINA: HUMANA Y DIVINA


La Medicina Humana no sabe todo, pero los médicos tienen que “hacer de cuenta” como si todo supieran para “pasar confianza” para los enfermos, lo cual es un factor positivo para la cura…
De médico para médico, existe diferencia en la aplicación de esa “mentirilla”: algunos, movidos por el orgullo, niegan el hecho. Mientras otros, con más humildad, lo reconocen…
En los años que llevo de amistad con la Dra. Rosa, ya la vi varias veces preguntando para el marido (Dr. Raimundo) a respecto de asuntos de Medicina que ella desconocía… La mayoría de las personas solo tienen la oportunidad de conocer los médicos como pacientes… ¡No es mi caso!...
Analizando con “nuevos ojos” el histórico médico de mis familiares… Sufrir de “presión sanguínea alta” es una característica genética de mis familiares… ¡Y los “remedios” para “bajar la presión” yo comprobé que nos hacen más mal que bien!... Estoy seguro, de que a estas alturas yo ya habría muerto si hubiese cedido a las recomendaciones médicas para tomar los remedios por ellos recetados para controlar la presión de mi sangre… O si no estuviese muerto todavía, por lo menos no habría conseguido recorrer los millares de km a pié e de bicicleta que recorrí durante todos estos últimos años, pues los remedios que ellos me recetaban me substraían todas mis energías…
Me recuerdo de mi madre, que andaba mucho de bicicleta también (grandes distancias igual a mí) hasta que empezó a tomar los “remedios” recetados por los médicos, cuando acabó con toda su antigua fortaleza…
Incluso, en contrapartida, sospecho que la Coca Cola puede tener efectos positivos sobre el organismo que la Medicina todavía no descubrió: En 1962, cuando mi padre quedó durante mucho tiempo entre la vida y la muerte, pedía Coca Cola, y los médicos aceptaron dársela, “a pesar de que ella era nociva para la salud”, en la condición de “satisfacer la última voluntad de un moribundo”… Al fin de cuentas, él dejó sorprendidos a los médicos, que salían de nuestra casa diciendo que la Medicina no tenía nada más para hacer, y que llamásemos al Padre para dar la extremaunción… Y allí iba yo, ora buscando el Padre, ora buscando el médico, escena que se repitió varias veces durante aquella “agonía sin fin” que duró varios meses… Mi padre salió vivo en aquélla ocasión, y de nuevo sorprendió los médicos, cuando estos vaticinaron que nunca más recuperaría los movimientos, y después de seis meses hasta estos consiguió recuperar…
Puede ser que la Coca Cola tiene alguna relación con el “milagro’ ocurrido con mi padre… En mi caso, yo tomo bastante también, por problemas digestivos, pues con su ácido ayuda a disolver los alimentos, una deficiencia digestiva común en mí… Pero hoy estaba pensando, que puede ser que no sea apenas el Sistema Digestivo el que se beneficie de esas características del producto, mas también el Sistema Circulatorio… Mi padre sorprendió los médicos en el pasado y yo sorprendo también en la actualidad, al hacer cosas improbables de hacer a mi edad, recorriendo las altas kilometrajes a pié y de bicicleta que recorro, cosa que yo sé que no conseguiría hacer si atendiese a las recomendaciones médicas: ¡Me parece que si yo tomase los remedios para “bajar la presión” que los médicos hace años me recomiendan, a esta hora yo estaría en el cementerio, sin “ninguna presión para controlar”!...

Me parece que en general, la “industria médica – farmacéutica”, mantiene su “negocio”, nos vendiendo la ilusión de que ellos nos “salvarán de la muerte” para siempre con su “santa ciencia”… Esa “industria” es una de las nuevas versiones de la “Inquisición Medieval”, esta la cual se apoderaba de nuestras voluntades “en nombre de Dios”, del cual se decía “única y legítima representante en la Tierra”…
¡Gracias Medicina por la “ayuda” que me ofreces!... Pero yo prefiero tomar cuenta de mi vida y mi salud mientras pueda hacerlo, abriendo mis “oídos internos” a la Voz del Creador que resuena dentro de mí, la cual no es siempre que consigo entender bien… Puede ser que ocasionalmente recurra a ti para que me hagas alguna elucidación específica particular, pero siempre seré yo, el dueño de mi propia voluntad, quien decidiré si voy a seguir tus recomendaciones…

¡Gracias Dios mío!... Me siento cada vez mejor “instrumento Tuyo”, para Tú ejecutar Tu Obra en este mundo… Quiero oír cada vez mejor Tu Voz, descubrir cada vez mejor tus “falsos representantes” queriendo imponer su voluntad sobre la mía… Tan falso como el Geocentrismo Medieval que ellos imponían sobre el mundo, es la actual visión que ellos nos transmiten de un Antropocentrismo Universal por ellos administrado…
Cavalcante – 28 / II / 2008.

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