terça-feira, 7 de dezembro de 2010

126 - TRANSCENDENCIA


El “catastrofismo” actual es visto por aquellas personas mejor informadas como un prenuncio del “gran cambio” que es necesario del “mundo viejo” enmohecido en que vivimos para un Nuevo Mundo revitalizado y salvador, de un modelo de sociedad competitivo y obsoleto, para un modelo de sociedad más cooperativo y con mejor integración entre los individuos, de un viejo paradigma para un nuevo paradigma…
El “científico chiflado” (en realidad un “genio incomprendido”) al cual he andado conclamando últimamente, sería el “Nuevo Salvador” de la Humanidad que substituiría a los “tradicionales salvadores” (los Budas y Cristos) del pasado… Ese “científico chiflado”, el inventor de la “vacuna” contra la epidemia actual que contamina la Humanidad y que Peter Russell llamó “virus del Anti-Cristo”, puede ser el Nuevo Mesías, el “mesías del Tercero Milenio”: esa “vacuna” acabaría con el “grenlin” dentro de cada un de nosotros, ese “mal personificado” que equivale al “inductor del sueño egocéntrico individual”, un “mal” que nos afecta a cada ciudadano actual de la “Aldea Global” y nos hace comportarnos como “virus cancerígeno de la Biosfera” y nos impide en transformarnos en Neuronas de Gaia (el “papel salvador” a ser desempeñado por el Nuevo Hombre del Mañana)…
No veo otra alternativa: o ocurre esa Transmutación Radical con nosotros, o se efectuará el Diluvio de Fuego profetizado por la Biblia, para salvar el Planeta del “cáncer de Gaia”, papel actual desempeñado por nuestra especie sobre la Biosfera…
Los “catastrofistas” que esperan por “naves interplanetarias” tripuladas por extraterrestres para ser por ellos salvados, deben tomar conciencia de que la “catástrofe” y la “salvación”, el Infierno y el Cielo, el Diablo y Dios, hacen parte de nuestra “realidad más íntima”: “idea loca” por “idea loca”, escojo la “auto-aplicación” de la “vacuna del Anti-Cristo”, en vez de quedar esperando inútilmente por una nave interplanetaria que salve esta “forma de barro” que es “mi cuerpo” y que está predestinada a transformarse en polvo, queramos o no que eso ocurra…
Como no veo el “científico chiflado” en el horizonte, voy a ver si lo encuentro dentro de mí…
Cerrando “puertas y ventanas” periféricas de mi cuerpo, desligando el mundo y… ¡zambullendo dentro de mí!
OOOOOOOMMMMMMMM…
Ubatuba – Madrugada de 9 / IX / 2001.

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