segunda-feira, 20 de dezembro de 2010

136 - DOS MUJERES


Fin de tarde de mucha paz. Después de la tormenta primaveral de hoy, después del asalto sufrido algunos días atrás (historia contada en “Nada se…”, http://angelaguinaco.zip.net histórico 6/8/2006 a 12/8/2006) y con el “chinche de sayas” - que estuvo atormentándome en los últimos tiempos – lejos de aquí, ahora es todo tranquilidad a mi alrededor: acostado en mi red balanceante, los pollos del vecino piando en la hora de se recoger, los gritos estridentes de las araras en el patio de otro vecino un poco más allá… ¡Y yo pensando en mujeres!... En dos específicamente: ¡polos opuestos en comportamiento!... Una de ellas, es el “chinche de sayas”, con el cual terminé un conturbado relacionamiento por estos días…
El “chinche de sayas” tiene el “centro de personalidad” fuera de ella misma. Está continuamente alerta para lo que las personas a su alrededor están haciendo, diciendo o pensando, con la finalidad de influenciarlas y cambiar el rumbo de sus pensamientos y acciones, para ponerlas a “gravitar” a su alrededor, de sus opiniones, sugestiones y comandos… Me parece que el sueño de ella sería ocupar el lugar del enano parapléjico del film Mad Max III, el cual vivía montado encima de un gigante ciego e imbécil y al cual dirigía como si fuese un “artefacto mecánico”…
El polo opuesto de ella es otra moza de mi relacionamiento, la cual la veo como siendo un Forest Gump del sexo femenino: ella está siempre en el mejor posible de los mundos, sin planes de cambiar la “libre iniciativa” de aquellos que se aproximan de ella; donde quiera que la pongas, procura se adaptar a las situaciones y a las personas de la mejor forma posible; se adapta al “ir y venir” del prójimo, siempre procurando salir del camino de ellos para no ser atropellada… Ella se presenta excesivamente sumisa en relación a los padrones normales de comportamiento social que estamos acostumbrados a ver entre las personas; procura hacer siempre las cosas de la mejor forma posible que está a su alcance para satisfacer las expectativas del prójimo en relación a ella…
¡Forest Gump existe, sí!... Yo lo conozco personalmente… ¡solo que él usa sayas!...
Para compensar los “malos ratos” que pasé en los últimos tiempos de mi relacionamiento con el “chinche de sayas”, quien sabe, mi próximo “relacionamiento femenino” en este final de mi vida, va a ser con el “Forest Gump de sayas”…
Cavalcante – 23 / XI / 2001.

2 comentários:

  1. Ese "Forest Gump de sayas" ¿se anula a sí misma como persona para complacer a los demás? Mmmmm, no sé, no sé...pero a veces es sólo una estrategia.
    Perdona, si no sé de qué estoy hablando.
    De todas formas ¿qué fue de "la mujer Forest Gump"?

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  2. Ella era "sierva" de una médica, amiga mia esta, a la cual no veo hace unos cinco o seis años... A su "sierva" no la veo hace unos siete o ocho años... No se nada más de ninguna de las dos

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