Los americanos andan bombardeando las montañas áridas de Alfaganistán, región donde a lo que parece se encuentran escondidos los líderes del terrorismo internacional que últimamente andan provocando desordenes por todo el mundo.
Mientras eso ocurre por las montañas, en las ciudades del mismo país, “ratas humanas” disputan entre sí para quedar con una parte mayor de los productos que llegan suministrados por instituciones de caridad internacionales.
El 23 de XI pasado me refería a un “chiche de sayas”, que ha sido mi “compañera ocasional” en los últimos tiempos, diciendo sobre ella que tiene su “centro” fuera de ella misma y situado en el “centro de control” de las personas de sus alrededores y que como consecuencia acaba manipulando a todos los que se aproximan de ella… Pues bien, la misma cosa me parece que puede ser observada, en gran escala, con esos “líderes terroristas” del Oriente Medio que los americanos andan intentando eliminar con sus bombas: ellos se erigen en líderes de las “ratas humanas” del desierto que proliferan por allí, y en vez de incentivarlos a “meter manos a la obra” para transformar sus desiertos en oasis, imitando los “oasis” que otros erigieron en otros lugares del planeta, incentivan esas “ratas” para exportar el terror, para destruir los “oasis” que los otros erigieron lejos de allí… Ellos incentivan sus “comandados” con pretextos “filosófico-socio-religiosos” (que mal ocultan la apelación para “substratos parasitarios atávicos” existentes en el inconsciente colectivo de nuestra especie) con discursos que en su “formato final” quedan aproximadamente como sigue: “Ellos” poseen cosas que no merecen y nosotros que las merecemos no tenemos nada. Vamos a saquearlos, robarles, destruirlos, pues Dios así quiere que hagamos con aquél Gran Villano… Y como “premio divino” ganaremos el Paraíso, si no fuer en este mundo, en el otro mundo prometido para después de este…
Aparentemente, la destrucción de la “Babel Nuevayorquina” de hace dos meses atrás, justifica la reacción norteamericana de estos días en Alfagenistán…
Mas, yo por aquí, lejos de las “áreas de conflicto”, del “tomo-aquí-doy-allá”, ando reflexionando por mis “fueros íntimos”… ¿Será que no quedaría bien levantar en el espacio desocupado por las “Babeles Gringas” un tipo de “Instituto-para-la Reorientación-del-Ser-Humano-para-Más-Allá-de-Sí-Mismo?... ¿Un lugar donde se estudie la “Integración del Hombre con las Fuerzas Mayores que lo generaron a través del Movimiento de la Evolución de las Especies”?... ¿Un espacio para la pesquisa y experimentación de la integración Hombre-Biosfera-Cosmos?...
Me parece que si algo así fuer hecho ¡el “Mal de 11 de Septiembre” podrá se transformar en el inicio de un Bien-Mucho-Mayor, con el “viejo mundo” dando lugar al Nuevo-Mundo-Soñado!...
Cavalcante – 13 / XII / 2001.
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