Zambullir en mi locura… ¡sin la muleta de la Razón!...
A solas con los fantasmas que viven dentro de mí… Fantasmas que ya fueron ángeles del Cielo. Ángeles caídos: ¡ellos acompañaron mi caída! ¡Somos todos fantasmas, en un mundo de sombras!... ¡Ellos y yo somos uno!...
Conocí un ángel… ¡en la imagen de una mujer!... Me aproximé: -Quisiera ser brisa del atardecer, para acariciar tu rostro rosado, cuando desde tu ventana recibes el saludo del Sol en su ocaso… ¡Amor dicho se hizo maldito!
La imagen del ángel se transformó en fantasma… ¡y así vive en mí!...
Lucienne Boyer: Parlez moi D’amour… ¿Fue para mí que en 1930 cantaste?...
Medio siglo después te respondí: -Quisiera ser lluvia de noche oscura que los cristales de tu ventana besa, inundando tu corazón con profunda melancolía.
Dos décadas más pasaron… Espantosa mensaje recibí: -Alguien que mucho te quiere está siempre a tu lado. ¡Tu no la ves!... Su nombre empieza por M… M. de Mercedes… ¡M. de mujer!...
En tres continentes viví. Por los tres tus huellas busqué… ¡sin resultado! Amores no vividos y solo soñados… ¿Sombras del Amor Verdadero?... ¡Es mejor no te reencontrar para no me decepcionar!...
Mujer, en 1996 insistí en te buscar… Encuentros intangibles ¡en seguida desistí!... Hoy, Raúl Seixas canta en mi oído: -Convences a las paredes de tu cuarto y duermes tranquilo, sabiendo en el fondo de tu pecho que no era nada de aquello… Todavía falta el resto de mi canción: -Quisiera ser, ruiseñor de las noches calmas, y en las alas de mi canto, llevar tu alma para mundos eternamente por nosotros esperando… Recordando Gustavo Adolfo Becquer: Fantasmas que dentro de mí vivís, solo esos harapos tengo para vestir vuestra desnudez… ¡Ir así para el mundo!... ¡Grotesca apariencia causaréis risas!... quien sabe… ¡también una furtiva lágrima!...
27 / VII / 1998. Alto Paraíso.
Nenhum comentário:
Postar um comentário